1) Intertextualidad: es la
relación de copresencia entre dos o más textos, o sea la presencia efectiva de
un texto en otro, ya sea en forma de cita, plagio o alusión. Ejemplo: un
coronel de la revolución mexicana, exiliado en Macondo, que decía haber sido testigo
del heroísmo de su compadre Artemio Cruz.
2) Paratextualidad: es la
relación del texto general con los elementos que constituyen su paratexto como
lo son: título, subtítulo, intertítulos, prefacios, epílogos, advertencias, prólogos,
etc.; notas al margen, a pie de página, finales; epígrafes; ilustraciones;
fajas, sobrecubierta, y muchos otros tipos de señales accesorias, autógrafas o
alógrafas, es decir todos los elementos que se agrupan en torno a un texto sin
ser el texto mismo. Ejemplo: la ilustración de un pasaje de un cuento infantil.
3) Metatextualidad: es la
relación que une a un texto con otro que habla de él sin citarlo o incluso sin
nombrarlo (un comentario), es una relación critica. Ejemplo: Hegel en La
Fenomenología del espíritu evoca, alusivamente y casi en silencio, Le Neveu du
Rameau.
4) Hipertextualidad: es toda
aquella relación que une a un texto B (hipertexto) a un texto anterior A (hipotexto). Ejemplo: la
novela María de Jorge Isaac y Santa de Gamboa dónde la segunda cuanta con una
similitud de trama, personajes, etc., de la primera, no es la misma pero
guardan relaciones estrechas.
5) Architextualidad: es el
conjunto de categorías generales o transcendentes del que depende cada texto
singular este en sí mismo no está obligado a conocer, y mucho menos a declarar,
su cualidad genérica así pues la novela no se designa explícitamente como
novela, ni el poema como poema el verso como verso, la prosa como prosa, etc.
Ejemplo: Cien años de Soledad es una novela
del realismo mágico estas dos
clasificaciones están englobadas en la architextualidad.
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